La leyenda del abad San Virila  

Posted by Ana in

Esta leyenda, se la dedico a Marian ( Navarra )


Preciosa es la leyenda del abad San Virila, porque mezcla naturaleza y religión en un bello relato, que todavía tiene presencia, porque en ese lugar se mantienen presentes esas dos constantes de modo efectivo.Sucede en el monasterio de San Salvador de Leyre (Navarra).


El monasterio está enclavado en pleno Camino de Santiago aragonés, en la vía que procedía de Somport y pasaba por Jaca en dirección a Puente la Reina, que era donde se unía al camino navarro que comenzaba en Roncesvalles.

San Virila fue un monje nacido en las inmediaciones del monasterio, del que llegó a ser abad. Fue hombre muy preocupado por el más allá. El relato refiere una leyenda, pero su figura histórica esta perfectamente documentada en el Libro gótico de San Juan de la Peña (fol. 71).

Mantenía el bueno del abad tremendas dudas sobre cómo sería el gozo de la eternidad. Es así que un día de plenitud primaveral se interna en el bosque cercano con estas meditaciones que leía en un libro. En la espesura del bosque aparece un ruiseñor, que con sus trinos distrae su atención de la lectura escatológica, apartándolo hasta una fuente. Allí queda prendado del canto del pájaro, hasta que se adormece.

Cuando se despierta la naturaleza había cobrado nueva vida y no encuentra el camino de vuelta, hasta que al fin lo reconoce y al monasterio al fondo, que ahora es más grande, con iglesia mayor y nuevas dependencias que no comprende. Al llegar a la portería e identificarse, nadie le reconoce. Buscando en el archivo del cenobio encuentran un abad Virila "… perdido en el bosque …", pero hacía trescientos años. Es entonces el monasterio una revolución por el milagro acaecido, y en pleno Te Deum de acción de gracias se abre la bóveda de la iglesia y se oye la voz de Dios "… Virila, tu has estado trescientos años oyendo el canto de un ruiseñor y te ha parecido un instante. Los goces de la eternidad son mucho más perfectos …". Un ruiseñor entra entonces por la puerta de la iglesia con un anillo abacial en el pico, y lo coloca en el dedo del abad, que lo fue hasta que Dios lo llamó a comprobar la gloria eterna.

This entry was posted on 19 feb 2008 at 6:25 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

4 comentarios

Anónimo  

Muchas gracias Ana, por dedicarme el post, que bien lo has contado.
La fuente de la que habla la leyenda existe en realidad y para llegar a ella hay que hacer un pequeño recorrido tan bonito que no me extraña que el tal San Virila se quedara extasiado.
Merece la pena visitar el lugar, se respira verdaderamente un ambiente de muchísimo sosiego, yo suelo ir a menudo a descargar tensiones.
Besos guapa.

20 de febrero de 2008, 14:25
Anónimo  

De nada guapa,me gusto mucho la leyenda,y me da pena no haber conocido mejor Navarra.
He vivido unos meses cerca de Tudela, pero lo único que me acuerdo,fue de visitar El Moncayo y en el camino visitamos una espécie de sanatorio,o iglesia abandonada,puede ser?

20 de febrero de 2008, 14:35
Anónimo  

Ya me recuerdo,de echo hice un relato sobre el sanatório de Agramonte. Si llego a saber donde estaba,hubiera pasado de seguir subiendo el Moncayo....
cuando pueda a ver si encuentro las fotos de ese día!

20 de febrero de 2008, 14:43
Anónimo  

Yo no he estado alli, pero si voy me acordaré de ti.
Navarra es tierra de contrastes, la zona de Tudela es la más desertica, la zona media (la mía) tiene un poco de todo, seguro habrás conocido el castillo de Olite, precioso, cerca de mi pueblo está el castillo de Javier (ahí nació San Fco de Javier, patrón de Navarra). Y en la zona alta, es la zona más montañosa y para mi gusto la más bonita en cuanto a sus paisajes (Baztán, Roncal etc.)
En la montaña seguro vas a encontrar algo que puedas contar aquí, busca en internet "Los Agotes" seguro que tienes tema.
Por cierto como creo que te has dejado de ver la mayor parte de Navarra, a ver cuando te decides y vienes a recorrerla.
Muchos besos.

21 de febrero de 2008, 14:07

Publicar un comentario