" El Faro de Penfield se vende por la módica cantidad de un dólar, pero reúne una pequeña peculiaridad: alberga supuestamente el fantasma de un farero que murió en la Navidad de 1916 en medio de una tormenta.
El 20 de febrero de 1997, la aldea orensana de Paradaseca, perteneciente al municipio de Chandrexa de Queixa en las Tierras Altas, vio turbada su habitual tranquilidad a causa de una extraña visita. Heliodoro Núñez, pastor de la localidad, protagonizó a sus 76 años de edad un insólito incidente con varios seres cuya altura era superior a los tres metros.
"Eran más o menos a las cuatro de la tarde cuando yo estaba con el ganado, en un prado que hay a unos tres kilómetros del desvío de la carretera de Chandrexa, al lado del río de las Devesas. De pronto, los perros se pusieron a ladrar mirando muy fijamente hacia algún lugar que estaba detrás de mí. La verdad, yo lo primero que pensé fue en lobos, pero cuando me di la vuelta vi esas ‘cosas’ grandes y raras. Y, desde luego, de lobos nada...".
En días posteriores al "encuentro", miembros del Grupo Fénix de La Coruña se desplazaron al lugar de los hechos. El anciano testigo les aseguró que pudo ver con total nitidez a dos seres enormes asomando por encima de los arbustos. Su estatura sobrepasaba los tres metros e iban cubiertos por algo similar a un extraño birrete o "sombrero de obispo luminoso". Todo el conjunto –los dos seres, que eran "como siameses", y su misterioso tocado- cambiaba de color al unísono, adquiriendo alternativamente diferentes tonos de rojo, azul, amarillo, verde...
"Aquello no era de este mundo –afirmaba Heliodoro Núñez- aparicióny la verdad es que al ver la yo me puse a rezar...".El pavor que padeció este hombre en las siguientes jornadas no pasó inadvertido para los más allegados. La esposa de Heliodoro confirmó a los investigadores de ENIGMAS que "llegó a casa muy, muy asustado. Estuvo rezando mucho tiempo y las dos noches siguientes las pasó casi sin dormir y sin poder comer nada. Yo no sé lo que vio, pero si que pasó mucho miedo".
Además de Heliodoro Núñez, los investigadores dieron con otro protagonista del espectacular suceso. Juan González González, de 42 años, vecino del pueblo de Casteligo –perteneciente también al término municipal de Chandrexa de Queixa-, aseguró que el mismo días y a la misma hora avistó en la zona del inquietante encuentro con los humanoides una luz roja de tonos muy intensos que permanecía estacionada sobre las copas de los árboles. Debido a la distancia que le separaba del vecino de Paradaseca, no observó a los dos "gigantes". Sin embargo, nos confirmó que al cruzarse esa tarde con Heliodoro, éste iba "corriendo con sus cabras y muy asustado".
Cuarenta y ocho horas más tarde, Juan González declaraba al diario orensano La Región:
"Primero pensé que era fuego, pero aquello no humeaba. También pensé que era un tractor, pero tampoco. Podría haber sido un globo, pero no se movía nada. No sé lo que era, pero fácilmente medía tres metros".
El mundo de las plantas era de gran importancia para los Druidas, ya que basaban en ellas no solamente los ritos mágicos sino también toda la terapéutica, el arte de curar y vencer a la enfermedad y la muerte, que seguramente tenía connotaciones rituales.
La asociación de los árboles con las ceremonias auspiciatorias de la guerra o la caza como sucedáneo de actividades bélicas, está presente en la iconografía celta, tal la bella representación que se aprecia en el famoso Caldero de Gundestrup, dentro del cual se ve una procesión de guerreros-cazadores llevando un árbol sagrado, con sus cabezas cubiertas por yelmos con forma de jabalí, uno de los animales más admirados por los celtas. El bello caldero trabajado en plata, corresponde aproximadamente al siglo I A.C, y fue encontrado en Dinamarca a fines del siglo pasado.
Los antiguos celtas consideraban que cada árbol estaba habitado o poseía un espíritu propio y era un nexo entre el mundo inferior y el superior. Los Druidas poseían un alfabeto mágico, el alfabeto ogham, cuyas letras eran la inicial del nombre de una serie de árboles y arbustos. Se atribuía la creación de este alfabeto al dios Oghma, también llamado cermait (significa “el de la boca de miel”), llamándosela escritura “oghámica”.
Para el celta los árboles constituían un símbolo de Ciencia, Misterio y Vida y como tales eran respetados. La recolección con fines terapéuticos debía realizarse de acuerdo a pautas a las que debían atenerse estrictamente a fin de poder obtener el efecto curativo deseado, tal como lo atestigua un documento, que si bien es muy posterior en el tiempo, conserva los principios de los antiguos Druidas.
Se trata del manuscrito “Precatio omnium herbarum”, que se conserva en la Facultad de Montpellier, y contiene una invocación a la madre tierra y un especial pedido de permiso para tomar las plantas que en ellas se encuentran.
Maravillosa lección de estos antiguos magos-terapeutas-sacerdotes-sabios, y porqué no ecólogos, ya que la magia los mantenía permanentemente comunicados con el Cosmos y la naturaleza a la que honraban y respetaban.
Inauguración real:
Se reunía al pueblo y se hacía traer una yegua blanca. El rey electo - pues la realeza no es hereditaria - se presentaba ante la asamblea y anunciaba, sobre manos y rodillas, que era un animal, a continuación pretendía (¿) copular con la yegua, que era después sacrificada y cocida.
Cuando el guisado estaba a punto, el aspirante se introducía en el caldero, bebía su caldo y comía la carne, tras lo cual era proclamado rey. Este ritual, aún se practicaba en el Ulster en el S. XII.
Las tres muertes:
Este ritual consistía en aplacar la ira de tres dioses, Teutates, Esus y Taranis.
Al primero se le aplacaba mediante la cremación de las víctimas, al segundo, mediante la suspensión de las mismas de los árboles (ahorcamiento), y al tercero, a través del ahogamiento, introduciendo preferiblemente a las víctimas en un gran caldero, aunque cualquier medio acuático, servía para dicho fin.
En Cospeito, en la falda de la montaña pequeña que forma el valle del monte, hay una laguna que le llaman de los patos, y más vulgarmente la laguna de Valverde.
Y al lado de ella, en lo alto, se levanta la ermita de la Virgen del Monte, que es de mucho renombre y visitada por la gente de la comarca.
Y como no tenían apenas que comer, determinaron matar la única ternera que les quedaba para poder darle de cenar al pobre.
Y al otro día bien temprano se levantó el pobre y empezó a llamar por el dueño de la casa y le mandó ordeñar las vacas y poner los terneros a mamar.
¿cómo voy a ordeñar las vacas y echar los becerros a mamar , hombre de Dios, si la única ternera que tenía la maté de víspera para hacer la cena de todos?.
Tan cierto es que tienes becerros y vacas como que la villa de Valverde se hundió en las aguas.
Y con esto, el pobre desapareció y no se le vio más.
Y luego fueron a las cuadras y encontraron que, en aquella donde habían echado los huesos grandes había vacas y donde habían echado los huesos pequeños había terneras.
Ellos se pusieron muy contentos.
Empezare una sección dedicada a las tradiciones Celtas,ya que me encanta todo lo que tiene que ver con este pueblo.
Espero poder abarcar todos los temas.
En otro apartado intentaré explicar un poco la historia de este pueblo,principalmente la localizada en Galicia.
Espero que os guste!
CABEZAS CORTADAS COMO TROFEO
Era costumbre del pueblo Celta cortar la cabeza de los enemigos caídos en el combate.Los celtas creían que el espíritu de un hombre reside en su cabeza, por lo cual la posesión de ésta suponía la adquisición de la fuerza del guerrero vencido; se colgaban del caballo del vencedor y una vez adecuadamente momificadas, se exponían como un trofeo.
En algunas tribus, la iniciación de los jóvenes guerreros consistía en salir del poblado y volver con una cabeza humana.
Santa Mariña es una de las santas gallegas mas antiguas y de las más veneradas.
Fue hija de Teóbulo, prócer romano, gobernador de Antioquía de Limia, villa hoy sumergida, y en la que nació la santa gallega en el siglo II a.d.C., durante la dominación romana.
El padre entregó a la niña a los cuidados de una criada campesina, que era cristiana y que en esa fe educó a Mariña.
Mariña era muy hermosa y el prefecto romano Olibrio intentó seducirla, aunque sin éxito.
Indignado y sabedor de la fe que profesaba la joven, la encerró en un calabozo en espera de que se aviniese a razones.
Pero los intentos de Olibrio de quemarla viva y ahogarla no dieron frutos y entonces decidió decapitarla.
y en aquel lugar surgió una fuente: la de Aguas Santas.
Cuando se celebra la romería, la costumbre es visitar la fuente santa y pedirle un deseo, después visitar O Forno Da Santa, un auténtico crematorio romano donde metieron a Marina para quemarla viva.
Allí hay una pila de piedra excavada en una roca que nunca se seca, siempre tiene agua.
El agua tiene propiedades curativas.
Os voy a contar algo que me pasó personalmente.
Un día una amiga me pidió que le acompañara a una vidente,porque tenia muchos problemas y quería ver que le decían.Al inicio me dio miedo,porque aunque me guste mucho estos temas,la verdad es que me dan mucho respecto.Pero la curiosidad fue más fuerte,y al final se concretó un día para ir a ver a la dicha vidente.
Cuando llegamos,la primera impresión que tuve,era de que iban a engañarnos,ya que vivía en un piso normal y corriente ( jeje en mi imaginación tendría que ser una casita vieja ) y parecía una persona muy norma ( le faltaba la ropa negra y la verruga jejej).
La primera en entrar fui yo, me mandó sentar en un sillón delante de ella,y me preguntó que deseaba yo saber.
Estaba acojonada,le dice que quería saber si iba a encontrar pronto empleo y de paso quería saber se me iban operar (no le dice de qué para ver que me decía).
Esta sra,por decir algo,según dicia ella,son los espíritus le iban dando datos,cada vez estaba más nerviosa.
Encendió una vela y se puso a mirarme fijamente,y me fue diciendo cosas,la verdad es que acertaba bastante, y de repente se levantaba y decía que le dolía la espalda y el brazo izquierdo,yo pensaba en mis hernias discales,y del brazo no tenia ni idea.Me dijo también que iba a tener varias ofertas de empleo,lo cual acertó.
Pero lo que me asustó de verdad,fue cuando me pregunto se yo tenia alguien muy cercano que le faltaba una pierna,me quedé de todos los colores......a mi suegro le falta una pierna!!!
Fue lo que me convenció que aquella sra realmente debería saber lo que decía.
Y hoy en día estoy esperando que me operen de la muñeca izquierda ( seria por eso que le dolería el brazo izquierdo ).
La verdad ,que no se si realmente estas cosas son ciertas,pero lo de la pierna de mi suegro,me quedó grabado.
Hay varias versiones del significado del urco, en algunas zonas dicen que el urco representa la muerte misma, otras que su representación es la del otro mundo, el mundo de las ánimas, lo que equivaldría a decir que encontrarse con él, es estar ya muerto. Otros lo identifican con el "Can Cerbero", el guardián de los infiernos, ligado a Hércules y su viejo culto en las tierras gallegas.
Según la tradición, esta bebida tomada tras la pronunciación del conjuro funciona como protección contra maleficios, además de mantener a los espíritus y demás seres malvados alejados del que la ha bebido.
Tradición
Ingredientes
Sus ingredientes principales son el aguardiente y el azúcar, a los que generalmente se les añade: corteza de limón o naranja, unos pocos granos de café sin moler. A eso se le pueden añadir trozos de manzana, uvas o algún otro ingrediente, los cuales se añaden de forma independiente según la tradición de la zona.
La buena receta, en vez de frutas, que eso es de la sangría, la queimada original sólo lleva corteza de limón, y además, se le añade entre 200 y 120 gramos de azucar por cada litro de aguardiente, sin olvidar los granos de café.
En varias zonas de Galicia, la forma tradicional de prepararla es dentro de una calabaza, a la cual se le corta la parte superior y se le limpian las hebras interiores, con lo cual la queimada acaba adquiriendo el sabor de la calabaza la cual es ingrediente y recipiente.
En un recipiente de barro cocido se vierte el aguardiente y el azúcar en la proporción de unos 120 gramos de este por litro de aquella, los demás ingredientes y se remueve.
En un recipiente más pequeño (generalmente el cucharón con el que se remueve) se coge aparte una pequeña cantidad de queimada, sin limón ni café (sólo el aguardiente y el azúcar disuelto), se mojan los bordes del cucharón con la bebida y se le prende fuego. Cuando esté ardiendo se mete el cucharón en el recipiente grande hasta que el fuego se extienda por toda la superficie. A continuación se revuelve lentamente dejando que suban las llamas del alcohol y creando cascadas con ellas.
A continuación se pone en el cucharón solo azúcar y se coloca sobre la queimada hasta que este se derrite convirtiéndose en almíbar, que se vierte sobre las llamas y se remueve.
Se revuelve hasta que consumido el alcohol la queimada se apague por sí sola, o sólo queden los bordes ardiendo, que no se apagaran.
Cuando empieza a apagarse, pero mientras el aguardiente aún arde, se recita el "esconxuro" (también llamado conxuro).
Se sirve la queimada caliente, cuando se haya apagado casi por completo, incluyendo también los granos de café, cascara de limón, trozos de manzana y naranja y se bebe. En ocasiones hay que soplar para apagar alguna de las llamas que llegan al vaso, para no quemarse.
A continuación el esconxuro que se recitará en voz alta y que espantará a los malos espíritus y a las meigas:
Mouchos, curuxas, sapos e bruxas
Demos, trasnos e dianhos, espritos das nevoadas veigas.
Corvos, pintigas e meigas: feitizos das mencinheiras.
Podres canhotas furadas, fogar dos vermes e alimanhas.
Lume das Santas Companhas, mal de ollo, negros meigallos, cheiro dos mortos, tronos e raios.
Oubeo do can, pregón da morte; fucinho do sátiro e pé do coello.
Pecadora lingua da mala muller casada cun home vello.
Averno de Satán e Belcebú, lume dos cadvres ardentes, corpos mutilados dos indecentes, peidos dos infernales cus, muxido da mar embravescida.
Barriga inútil da muller solteira, falar dos gatos que andan á xaneira, guedella porra da cabra mal parida.
Con este fol levantarei as chamas deste lume que asemella ao do Inferno, e fuxirán as bruxas a cabalo das sas escobas, indose bañar na praia das areas gordas.
¡Oíde, oíde! os ruxidos que dan as que non poden deixar de queimarse no agoardente quedando así purificadas.
E cando este breraxe baixe polas nosas gorxas, quedaremos libres dos males da nosa alma e de todo embruxamento.
Forzas do ar, terra, mar e lume, a vós fago esta chamada:
si e verdade que tendes mais poder que a humana xente, eiquí e agora, facede que os espritos dos amigos que están fóra,
participen con nos desta Queimada.
En Galicia se emplea con más precisión la palabra meiga que la palabra bruja. Las meigas son criaturas viejas, grandes y ruines, que generalmente vuelan a caballo de una estaca de las que se usan en los laterales de las carretas o carros (llamadas estadojo). Se dice que hay un gran número de ellas, cada una dedicada a ocasionar un mal diferente. Las llamadas meigasm-chuchonas (o chupadoras) son las peores y se presentan con distintas caras o caretas.Para defenderse de ellas y de sus hechizos existen otros tantos amuletos que pueden colocarse en las casas o colgarse del cuello del afectado, al tiempo que se escriben o se recitan unas frases especiales para atacar el encantamiento. Los amuletos son conocidos en Galicia desde tiempos pretéritos, fabricados con distintos materiales (barro, azabache, cerámica), y cada uno tiene asignado su nombre específico. La figa (higa) es uno de los más antiguos, especialmente recomendado contra todas las meigas. Uno de los amuletos más recientes es el llamado virandeira que sirve para defenderse de los automóviles y de sus conductores.La palabra meiga viene del latín magicus y se emplea en Galicia y en las provincias de León y Asturias, (sobre todo en Galicia), con el significado de "persona de poderes extraordinarios o mágicos y que puede pactar con el diablo". En muchos aspectos son el equivalente a las brujas.El meigallo es el hechizo; para librarse de él se pronuncia esta sentencia, o "Desconjuro": "¡San Silvestre! "Las Meigas Podían transmitir la rabia con un solo mordisco de su boca desdentada, y tenían el poder de dañar sólo con su mirada tanto a personas como a animales, era lo que se conocía como "mal de ojo". Su actividad es mucho más intensa en las noches de San Juan y san Silvestre. En ésta última, al sonar las doce campanadas del cambio de año, suele arrojarse un cubo de agua por la puerta, al grito de "¡San Silvestre, meigas fora!", lo que asegura un año libre de "meigallos".La Inquisición persiguió durante mucho tiempo a las meigas o brujas, no sólo en el reino de Galicia, sino también en toda España y en Europa. En los interrogatorios, se utilizaban terribles torturas para obtener una confesión satisfactoria de la acusada, que la mayoría de las veces acababa con sus huesos en la hoguera.
Maria Soliña
En la iglesia de Coiro, de extraña arquitectura, hay una campana, a cuyo son acudían al aquelarre las meigas de la comarca de Morrazo. En 1.617 desembarcaron en Coiro los corsarios turcos e incendiaron el pueblo. Según la leyenda estos piratas se unieron a las fiestas obscenas de las brujas del Morrazo y de ahí nació una etnia maldita, los llamados Soliños, tal vez en recuerdo de María Soliña, una de las brujas principales que fueron objeto de un sonado proceso inquisitorial, en este caso María era una mujer poderosa, con tierras, casas y bienes codiciados por otros terratenientes de la zona, por esta avaricia denunciaron a María y el Santo Oficio la torturó, después de un terrible suplicio, aseguró que era bruja y que mantenía relaciones con el demonio. Ella ha pasado a la historia como el símbolo de los sufrimientos del pueblo y fue idealizada por los nacionalistas gallegos, que la convirtieron en poco menos que heroína.
***
María Soliña
Polos camiños de Cangas
a voz do vento xemía:
ai, que soliña quedache,
María Soliña.
Nos areales de Cangas
muros de noite se erguían:
ai, que soliña quedache,
María Soliña.
As ondas do mar de Cangas
acedos ecos traguían:
ai, que soliña quedache,
María Soliña.
As gueivotas sobre Cangas
soños de medo tecían:
ai, que soliña quedache,
María Soliña.
Baixo os tellados de Cangas
anda un terror de auga fría:
ai, que soliña quedache,
María Soliña.
La Santa Compaña es una comitiva de almas en pena que vaga por las zonas boscosas de Galicia. En las noches particularmente brumosas de noviembre, en que los bosques se cubren de niebla, es cuando su presencia, como una comitiva de luces titilantes, se hace patente.
La procesión está formada por almas en pena que van en dos hileras, envueltas en sudarios, con las manos frías y los pies descalzos. La cabeza de la procesión es encabezada por un vivo, que porta en una mano la cruz y en la otra un caldeiro con agua bendita, mientras que los fantasmas portan velas o antorchas.
El portador de la cruz no puede en ningún momento volver la vista atrás, ni renunciar a su cargo precediendo La Santa Compaña, y tan sólo quedará liberado cuando encuentre a otra persona que le sustituya. El nuevo desafortunado pasará a tener las responsabilidades del primero: cargar con la cruz y el caldeiro, sin remisión.
La Santa Compaña es invisible para los vivos. Tan sólo un repentino olor a cera y un ligero viento son las señales de que está pasando la legión de espectros, así como el espanto de determinados animales: perros, gatos, caballos… Sin embargo hay ciertos “dotados” que poseen la facultad de verla con los ojos: los niños a los que el sacerdote, por error, bautiza usando el óleo de los difuntos, poseerán, ya de adultos, la facultad de ver la aparición.
Si de noche, en el bosque, uno se encuentra de frente con la Santa Compaña, tendrá que relevar al vivo al frente de la procesión, cargando la cruz y el caldeiro noche tras noche, hasta morir de cansancio o encontrar a quien le sustituya. El vivo convertido en cabeza de comitiva de la Santa Compaña no recuerda durante el día sus funciones nocturnas, y únicamente es perceptible su carga por su extremada delgadez y palidez. Cada noche su luz será más intensa y cada día su palidez irá en aumento.
La misión de la Santa Compaña no está clara, pero suele ser alguna de las siguientes:
Reclama el alma de alguien que morirá pronto. Reprocha a los vivos faltas o errores cometidos. Anuncia la muerte de algún conocido del que presencia la procesión. Para cumplir una pena impuesta por alguna autoridad del mas allá. Si viajais a Galicia y os cruzáis con la Santa Compaña, debéis rápidamente trazar un círculo en el suelo con la punta del paragüas o el bastón, y entrar en él. Otra opción es tirarse al suelo boca abajo y esperar que la Compaña no pase por encima. De este modo, conseguireis evitar el tener que uniros a la procesión, pero el recuerdo del viento helado y el olor a cera no os abandonará fácilmente…
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